Artículos de Sexología y Sexualidad. En pareja

…el orgasmo femenino…

 

orgasmo femenino

 

 

“…se fundieron en un solo cuerpo, él la penetró con fuerza  y ella gritó de placer…alcanzando el orgasmo a la vez…”

 

 

Estas palabras bien podrían pertenecer a alguna novela, guión de películas o a un relato incluido en una revista.

Me gustaría hablaros de ciertas creencias acerca del orgasmo y del coito o mejor dicho,  del orgasmo en el coito,  que en algunos casos hacen más mal que bien, creándonos problemas, traumas en nuestras relaciones, y a nosotras y nosotros mism@s,  por hacernos creer y sentir  que somos  infelices, incomplet@s…por no sentir y alcanzar lo que se supone que siente y alcanza todo el mundo.

 

Y para ello necesito empezar desde muy atrás…por un trocito de  la evolución humana [1].

Todo empezó cuando nuestros antepasados lograron caminar erguidos.

Esto supuso un gran avance en la humanidad pero también algunos cambios anatómicos, en especial en el cuerpo de la mujer.

Lo que nos interesa de todas estas modificaciones fue que la entrada vaginal se desplazó hacia delante, la uretra salió al exterior con un orificio independiente para la expulsión  de la orina y el clítoris, por acortamiento del pubis y arrastrado por la uretra,  se deslizó fuera del canal vaginal [2].

 

En consecuencia, durante una penetración vaginal, debido a la  distancia entre  la vagina y  el clítoris, no existe un contacto directo entre el pene y el clítoris, aunque en algunas posturas se de cierta fricción o golpeteo de un pubis contra otro, pero que en la mayoría de los casos, es insuficiente para poder disparar el reflejo orgásmico.

No debemos olvidar que la vagina está pobremente dotada de receptores sensoriales. Tan sólo tiene unos cuantos en su último tercio exterior. Y aquí otra vez, echo mano de la evolución humana…cuánto dolor pasarían las madres, en el momento del parto, si la vagina estuviera repletita de receptores sensoriales.

 

Mucho y variado se ha comentado sobre el clítoris, desde Freud con el Psicoanálisis,   hasta nuestros días,  desde que es un órgano inservible e infantil, hasta una obra maestra de ingeniería, rebosante  de receptores sensoriales  y terminaciones nerviosas.

Pero si algo seguro se sabe sobre él, es que es el  órgano cuya  función única es el placer.

Actualmente sabemos que el orgasmo femenino se expresa mediante contracciones rítmicas de los músculos y tejidos que rodean la vagina, pero que la estimulación del clítoris actúa como  potente desencadenante orgásmico [3].

 

No existe el orgasmo vaginal ni el orgasmo clitoridiano.

Sólo hay  uno.

 

Pero sí, diferentes  maneras de vivirlo, sentirlo y expresarlo así como diferentes caricias para alcanzarlo.

Por poner un ejemplo gráfico,   existirán  mujeres con un disparo fácil, con un umbral orgásmico bajo, por lo que podrán conseguirlo  en una penetración vaginal mientras que otras, necesitarán de una estimulación más prolongada y directa sobre el clítoris.

 

En encuestas realizadas a mujeres, más del 98% afirmaron que se masturban alcanzando el orgasmo por medio de caricias en el clítoris, no en la vagina.

 

Pareciera que todo esto se opone vorazmente a la práctica erótica vaginal y no es así…o por lo menos no es esta mi intención, pero lo que sí que me gustaría manifestar es que la obligación conjunta implícita y/o explícita del orgasmo  en el juego de una penetración vaginal no se sustenta con la anatomía genital  femenina.

Las mujeres deseamos y disfrutamos en una penetración vaginal, no solamente por aquellas fricciones, también por los sentimientos de unión, de complementariedad, las sensaciones de calor y de fusión con el otro cuerpo, la pasión, la intimidad, la ternura… que se dan en ese momento erótico.

 

Con o sin la parada del orgasmo, es un camino maravillo el del placer…

 

Y en ese camino, no deberíamos olvidar que para poder “traducir” todas esas sensaciones experimentadas en disfrute, en placer… necesitamos que tanto cuerpo y mente se encuentren en la misma onda erótica, sin metas ni presiones por llegar a un objetivo determinado, simplemente  recreándose, recorriendo, descubriendo, investigando…  por el simple gusto de hacerlo.

 

El placer más que un momento constituye todo un proceso…invitándonos al despertar de nuestros cinco sentidos, a todo el cuerpo…a un paseo que enriquece independientemente de cual sea el destino final.

 

 

BIBLIOGRAFÍA:

  • La polémica clítoris-vagina y la eyaculación precoz de Luis Alberdín.
  • Informe Hite sobre Sexualidad Femenina de Shere Hite.

 

Ana Martínez Moreno

sexóloga.

 

 

[1] Pido disculpas ya de antemano, por mi ignorancia, simpleza y por el carácter incompleto e inexacto de estas explicaciones, si este artículo es leído por alguna persona experta o al menos más versada que yo en cuestiones filogenéticas.

 

[2] En el resto de las hembras mamíferas,   el clítoris se halla a la entrada de la vagina.

 

[3] El clítoris y la vagina están interconectados  por multitud de fibras nerviosas.

 

 

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