REFRANERO SEXOLÓGICO CASTELLANO

Por Alfonso Estéban Velázquez

PROGRAMA MINNESOTA DE COMUNICACIÓN EN PAREJA

(The Minnesota Couple Communication Program)

Por Angel Izquierdo

 

INTRODUCCIÓN

 

Reconocidos terapeutas de pareja y familia parten hoy del supuesto de que una comunicación abierta es la condición básica para una vida satisfactoria en común. Esta comunicación puede incluir, entre otros posibles elementos, cualquier tabú social, cualquier manifestación agresiva o cualquier expresión emocional desagradable.

Una comunicación abierta es la premisa necesaria, para que la pareja pueda establecer sus reglas comunes, guiar sus discusiones, solucionar sus conflictos y alcanzar decisiones acertadas. En toda relación interpersonal duradera se necesitan, a su vez, continuas interacciones para formar y cambiar esas reglas. Este es un importante proceso para la pareja, pero difícil de aprender, si se quieren conseguir soluciones válidas para todas las partes (vgl. Charny, 1969).

Una comunicación abierta, sin embargo, o una «regulación» constructiva de la situación se vuelven casi imposibles, cuando los condicionantes individuales que cada uno introduce en la vida de pareja —aprendizajes, necesidades, ideales— difieren entre sí o permanecen estáticos. La consecuencia de ello puede reflejarse en enfermedades psicosomáticas, discusiones permanentes (a menudo por trivialidades), falta de diálogo, o en último término, como muestra final de la incapacidad comunicativa, en la separación o divorcio.

Con este trabajo, intentamos presentar un programa de entrenamiento, con el que las parejas pueden mejorar su comunicación y aprender nuevas estrategias que les permitan solucionar sus conflictos por sí mismas y de modo satisfactorio para ambas partes (Miller et al., 1971). El programa posibilita el aclarar las dificultades relacionales y el establecer bajo qué condiciones sigue siendo posible una relación, pero también puede determinar, si ésta ha perdido todo su sentido y ha tocado su fin.

Las razones de la incapacidad de muchas parejas para establecer una buena relación se centra, según muchos terapeutas familiares, en su escasa preparación. A menor número de «patrones» en su interacción social desde la niñez, menos posibilidades tendrán de conseguir una buena relación de pareja. Estos son algunos de los condicionantes desfavorables de los aprendizajes pasados:

  1. A) Las manifestaciones emocionales son indispensables para una vida de pareja saludable. Muchos padres, sin embargo, se avergüenzan de la expresión de sus sentimientos, convirtiéndose en falso modelo para sus hijos. Otras veces ignoran o castigan las propias manifestaciones emocionales de los niños. Estos aprenden pronto a ocultar sus miedos y debilidades para no sentirse heridos.
  2. B) Los niños aprenden en muchas familias a no manifestar sus necesidades como tales, cuando ven que sus deseos razonables no son atendidos como tales, al discrepar de los de sus padres, que terminan por ignorarlos o soslayarlos con argumentos aparentes. La consecuencia de todo ello es que terminan por emitirse mensajes oscuros, ocultos o contradictorios. El mutuo entendimiento se dificulta y se puede llegar al «double-bind» (vgl. Bateson et al., 1956).
  3. C) Muchas familias no permiten las manifestaciones agresivas. Los niños pierden así la ocasión de aprender cómo se puede expresar la agresión de manera abierta y directa, sin ofender por ello a los demás. Muchos niños sólo observan formas de agresión destructivas, bien físicas o morales.
  4. D) Muchos niños no encuentran en sus padres los modelos conductuales adecuados para la solución de conflictos ni el establecimiento de reglas para una vida en común. Muchos padres se comunican negativamente, prohibiendo o cortando la palabra, manteniendo sus monólogos, poniendo a los hijos en ridículo, etcétera.
  5. E) Por lo general, existe en las familias problemáticas un repertorio conductual reducido y una percepción social capitidisminuida. En ellas no existe una comunicación democrática y mucho menos una metacomunicación sobre el diálogo y la relación familiares (vgl. Bateson et al., 1965).

Por tanto, los miembros de la pareja deben aprender como adultos lo que, en muchos casos, no aprendieron como niños. Deben aprender a comunicarse. Según Watzlawick, la comunicación es «el medio de las manifestaciones de las relaciones huma- nas».

La comunicación es total, según este autor, y dado que en una conducta concreta no existe su opuesto, «no se puede no-comunicar».

 

INDICE

I ORIGEN TEORICO

1.Introducción 7

1.1.Métodos terapéuticos para mejora de la comunicación 9

II FUNDAMENTOS TEORICOS DEL MCCP

2.1. Premisas básicas del programa 13

2.1.1. Un modelo pedagógico-evolutivo 13

2.1.2. Orientación sistémica 14

2.1.3. Orientación de las habilidades 14

2.1.4. Bases teóricas de la comunicación 15

2.1.5. Disposición voluntaria 15

2.1.6. Training en un marco grupal 16

2.2. Bases sistemicoteóricas del programa

2.2.1. Consideraciones generales 16

2.2.2. Significado para el MCCP 19

2.2.3. Integración de los conceptos comunicativos en el modelo teórico sistémico 21

2.3. Estilos de comunicación 22

III DESCRIPCION DEL MCCP

3.1. Montaje general del programa 27

3.1.1. Estructuración del programa 27

3.1.2. Cuatro sesiones grupales y una particular 28

3.1.3. Complejidad progresiva—Estructura decreciente 28

3.1.4. Participación regular y en común 29

3.1.5. Montaje de las sesiones 29

3.1.6. Manual—Tareas 30

3.2. Función y tareas del moderador 31

3.2.1. Metacomunicación en lugar de solución de problemas 31

3.2.1. Roles del moderador 32

3.2.3. Principales conductas y reacciones del moderador 33

3.2.3.1. Estar orientado hacia las metas 33

3.2.3.2. Dar instrucciones sobre el proceso 33

3.2.3.3. Proponer cuestiones sobre el proceso 34

3.2.3.4. Realización de los ejercicios 34

3.2.3.5. Generar confianza 35

3.2.3.6. Manejo de la crítica y de la resistencia 35

3.3. Descripción del contenido de las sesiones 36

3.3.1. Diálogo particular con las parejas 36

3.3.1.1. Aclarar las expectativas 36

3.3.1.2. Aclarar las condiciones de la participación 37

3.3.1.3. Elección de las parejas—Contraindicaciones 38

3.3.2. Sesiones grupales 38

3.3.2.1. Primera sesión 39

3.3.2.1.1. Metas 39

3.3.2.1.2. Modelo teórico de comunicación: «Rueda de la Consciencia» 40

3.3.2.1.3. Ejercicios 43

3.3.2.1.4. Habilidades comunicacionales 45

3.3.2.2. Segunda sesión 48

3.3.2.2.1. Metas 48

3.3.2.2.2. Modelo teórico-comunicacional: «Entendimiento mútuo» 49

3.3.2.2.3. Ejercicios 513.3.2.2.4. Habilidades comunicacionales 53

3.3.2.3. Tercera sesión 55

3.3.2.3.1. Metas 55

3.3.2.3.2. Modelo teórico de comunicación: Estilos de comunicación 56

3.3.2.3.3. Ejercicios 63

3.3.2.3.4. Habilidades comunicacionales 66

3.3.2.4. Cuarta sesión 67

3.3.2.4.1. Metas 67

3.3.2.4.2. Modelo teórico de comunicación: «Patrones de comunicación» 68

3.3.2.4.3. Ejercicios 69

3.3.2.4.4. Habilidades comunicacionales 70

IV VALORACION DEL MCCP

4.1. Resumen de las principales metas y características del MCCP 71

4.2. Concentración en la comunicación diádica 72

4.3. Formación especial del moderador 73

4.4. Concepto teórico uniforme 74

V DESCRIPCION DE LA PUESTA EN PRACTICA DEL MCCP

5.1. Diálogo preliminar 75

5.2. Sesiones grupales 76

5.3. Entrevista final 82

VI EXPERIENCIAS CON EL MCCP

6.1. Relación teoría—praxis 83

6.1.1. Orientación hacia habilidades 83

6.1.2. Concepto didáctico 84

6.1.3. Aprecio y estima 84

6.1.4. Modelos teóricos de comunicación 85

6.1.5. Meta: Solución de problemas 86

6.2. Puesta en práctica del Training 87

6.2.1. Grupo de participantes 87

6.2.2. Realización de las sesione89s

6.2.3. Distribución del tiempo 91

6.2.4. Moderadores 92

6.2.5. Número y frecuencia de las sesiones 93

6.2.6. Tareas y Manual 94

BIBLIOGRAFIA 95

ANEXOS 99

 

BIBLIOGRAFIA

ARGYLE, M. (1978): Psicología del comportamiento interpersonal. Madrid: Alianza Editorial.

BANDURA, A. (1969): Principles of Behaviour, Modification. New York.

BATESON, G., JACKSON, D., HALEY, J. & WEAKLAND, J. (1956): Toward a Theory of Schizophrenia. Behavioral Science, 1, 251.

CHARNY, I.W. (1969): Marital Love and Hate. Family Process, 8, 1-24.

COHN, R. (1971): Living-Learning Encounters. The Theme-centered interactional method. En G. GOTTSEGEN & L. BLANK: Confrontation: Encounters in Self and Interpersonal Awareness. New York.

HALEY, J. (1974): Tratamiento de la familia. Barcelona: Toray. HALEY, J. & HOFFMAN, L. (1976): Técnicas de terapia familiar. Buenos Aires: Amorrortu. HILL, W.F. (1965): Hill Interaction Matrix: A Method of Studying Interaction in Psychotherapy Groups. Los Angeles.

HILL, W. F. (1967): A Guide to Understanding the Structure and Function of the Hill Interaction Matrix. Los Angeles.

LENNARD, H. & BERNSTEIN, A. (1969): Patterns in Human Interaction to Clinical Sociology. San Francisco.

MILLER, S., NUNNALLY, E. & WACKMAN, D. (1971): The Minnesota Couples Communication Trainings Program. Instructor’s Manual. Bloomington.

NAVRAN, L. (1967): Communication and Adjustment in Marriage. Family Process, 6, 173-184.

RAUSCH, H. GOODRICH, W. & CAMPBELL, J. (1963): Adaption to the First Years of Marriage. Psychiatry, 11, 26, 368-380. RISKIN, J. (1963): Methodology for Studying Family Interaction. Archives of General Psychiatry, 8, 343-348.

SATIR, V. (1980a): Relaciones humanas en el núcleo familiar. México: Pax SATIR, V. (1980b): Psicoterapia familiar conjunta. México: Prensa Médica Mexicana.

SPEER, D. (1970): Family Systems: Morphostasis and Morphogenesis, or is Homeostasis Enough?. Family Process, 3, 259- -278.

WATZLAWICK, P., BEAVIN, J. & JACKSON, D. (1981): Teoría de la comunicación. Barcelona: Herder.

 

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