Se ha dado escaso interés a las fantasías y han sido "relegadas" al mundo de la estética o de la creación artística. Probablemente por ello se ha unido erotismo con arte, especialmente desde el siglo XIX, y se lo ha alejado de la vida común de los sujetos. Las fantasías eróticas son productos comunes y forman parte de la vida de todo sujeto. Gran parte de las llamadas aberraciones sexuales son vividas como deseos desarrollados en la fantasía. El desarrollo del mundo de la fantasía implica el desarrollo de una serie de deseos que solamente pueden ser desarrollados en ella. La desafortunada expresión "realizar las fantasías" muestra el equívoco de que éstas adquieren su valor cuando se las da una realidad fuera de su carácter específico. Sin embargo las fantasías son realidades en sí y de por sí como tales fantasías.

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