sexologia, sexualidad, virginia johnson

La serie Masters of Sex que están emitiendo en Canal + los lunes (ya en su segundo temporada) ha enganchado a muchos seguidores. Las críticas que leemos en la prensa son muy elogiosas. Tienen motivo.

Ya lo advertimos en su día: es una serie televisiva y no un documental de historia, pero están llenas de vida y emoción. Eso es, creo, lo que engancha. Una búsqueda de vivir el sexo de manera más acorde con los deseos y menos con las formas impuestas.

El hecho de que Estados Unidos sea un país fundamentalmente puritano, desvela ese contraste entre lo que debe ser por norma y lo que puede vivirse cuando el conocimiento se pone por delante.

Lo que vemos es ese gran contraste y esa tensión en dos jóvenes investigadores que se plantean cómo pasar de una forma a la otra. O sea, insisto, de lo que han hecho del sexo a lo que se puede hacer de él.

Pero he dicho que esto es una serie y no un documental, lo que da paso a muchas libertades y sucesos que no fueron como ahí son presentados. Hay un detalle muy curioso: En las críticas se suele presentar a Virginia Johnson que es sin lugar a dudas el alma de lo que sucede, como una psicóloga.

En ningún momento la serie la presenta con ese título. Y eso es importante en primer lugar porque no lo es. Y lo más interesante: de haber sido así seguramente nos hubiéramos quedado sin las aportaciones que Masters y Jonson hicieron.

La verdad más patente es que si Virginia Johnson fuera o hubiera sido psicóloga no hubiera habido el fenómeno Masters y Johnson. Eso sí que es un indudable. Los derroteros de las investigaciones hubieran tomado otros caminos y no los que tomaron y lo que descubrieron.

Hubiera llevado las cosas -o sea. el sexo- en la dirección que lo llevaban los psicólogos. No es éste el momento ni el lugar de extenderse en esto.

Si hoy podemos disfrutar de las aportaciones de esos innovadores es porque tuvieron el coraje que tuvieron. Virginia Johnson, lo sabíamos, fue el alma de esa aventura. Pero no como psicóloga. Felizmente no lo fue, aunque siguiendo un tópico, hoy todavía en uso, se planteó serlo.

Tal vez sea ese tópico el que hoy haga a muchos darla ese título. Pero felizmente para todos no lo fue. Ese es también una parte de su atractivo.

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