Aire fresco
Aire fresco
La clase ha tocado sobre el amor y el sexo en Grecia y Roma. Algunos términos nos han llegado hasta hoy, aunque en el camino hayan sucedido muchas alteraciones. Su legado es un estimulante. Los griegos se habían planteado toda clase de análisis sobre esto que hoy llamamos amor y sexo.
Platón había expuesto en El
banquete un discurso muy curioso para explicar cómo los seres humanos -todos-
son sexuados y cómo esto tiene muchas variantes. Partiendo de esta premisa,
Eros -decían- es el dios del deseo. Lo que hoy llamamos amor era Eros, ese
deseo que por esto a veces es también llamado el deseo erótico.
Partiendo de que los seres
humanos son sexuados -decían- estos sienten ese deseo por alguien. Puede ser del otro sexo o del
mismo, pero es claro que ese deseo es sexuado. Y en esto está la intriga. Eros
era para ellos era el resultado de ser sexuados.
No separaban -como ahora- el sexo
por un lado y el amor por otro. Para ellos...