Una de las tres estrategias utilizadas en Terapia sexual, si bien ésta en concreto ha sido poco conceptualizada y por ello mismo, muy desdibujada. Consiste en detenerse, fundamentalmente a través de juegos tácticos de corte transaccional, en la búsqueda y realización de lo que apetece dentro de las pequeñas cosas cotidianas y factibles de las que se vive en la relación. Esta estrategia es combinable con la más conocida de la Focalización sensorial y la de la Prohibición o supresión del coito.

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