La figura de Reich corresponde a varias. En primer lugar el alumno y seguidor de Freud, luego el marxista convencido y luchador, finalmente el que canalizó el gran debate del freudo-marxismo. En medio de todo ello, dos obras importantes: La función del orgasmo, publicada en 1927, y La revolución sexual, iniciada en 1932, si bien concluida ya en el exilio norteamericano en los años de la Segunda Guerra Mundial en donde, entre sus viejas inquietudes sobre el orgón, muere en 1956. La llamada "revolución sexual" de la década de los años sesenta puso a Reich por su padre espiritual. De ahí la reedición de sus obras. Luego, de nuevo el silencio. O el olvido. En la historia de los años veinte y treinta quedan sus disidencias con la Sociedad Psicoanalítica le llevaron a su expulsión. Sus disidencias con el Partido Comunista Austriaco provocaron también su expulsión. Su participación en la Liga Mundial para la Reforma sexual sobre bases científicas le hicieron líder de un sector, el más extremista, dentro de la línea moderada de la organización. Reich fue un gran inquieto, siempre polémico, siempre extremista, siempre vivo.

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