El frescor de la sorpresa
Es una sensación muy agradable la que produce ésto de hacer una evaluación de quienes han terminado este año el Master, mientras se cierran los grupos que empezarán en Septiembre.
La curiosidad de quien pide información para matricularse se junta con esa sensación del recién titulado que dice que le queda mucho por hacer.
Y que se mezcla también con las actividades de quienes ya llevan años en el oficio.
Veo muchos nombres que han sido antiguos alumnos de este Master. Y esa sensación curiosa, estimulante, me llena de curiosidad. El sexo que trabajamos es una materia llena de sorpresas.
Y a medida que se entra en este campo se van cambiando actitudes y contenidos que se pensaban de una forma y se van pensando de otra. El Incisex tiene algo que no se sabe que es pero que engancha y mueve, moviliza.
Me sigue sorprendiendo esto que hace tiempo formularon en uno de esos grupos por encima de autocríticas y otros comentarios. Yo también he seguido atento a eso que no se sabe qué es.
Cuando me apuran suelo decir que es el concepto que aquí se trabaja que no es el locus genitalis sino el hecho de ser sexuados. Como pasa con toda fórmula, también ésta es un resumen. Cuando esta fórmula se va conociendo, sale un frescor desconocido.
¿Puede, a estas alturas de la película, esperarse algo nuevo sobre el sexo? Ahí está la sorpresa. Y luego también está la vuelta a lo que nuestra sociedad sigue entendiendo por sexo.
Y se suceden los debates. Ahí está también —me digo— lo modesto y grande del campo del sexo que se trabaja en Incisex. Ya son muchos años; y sin embargo la sorpresa nos sigue atrayendo.
Mientras tanto, el ruido y la prisa de la sociedad no cesa. Sabemos que no vamos a ganarla, que no la vamos a cambiar. Pero nadie nos quita la atracción por estudiar y avanzar en el conocimiento.
Qué quiere decir ser sexuados o hacer(se) ; qué significa la noción de biografía sexuada y cómo nos sexuados. Cómo los humanos se atraen unos a otros; se desean y hacen parejas y a veces tienen hijos…
¿Cómo explicar esto que parece tan obvio y que sin embargo ha sido y es tan manipulado por los intereses? ¿Cómo explicar que en los humanos todo nos interesa y somos tan curiosos? ¿Por qué a los hombres se les acusa tanto de machismo y qué es no ser machista sino simplemente masculino? ¿ Cómo Simonne de Beauvoir creó una fórmula que está lejos de seguirse hoy por tantas mujeres?
Esta es la materia que nos mueve. Y los problemas que muchos se crean. Y cómo hacer una educación sexual articulada y coherente que no consista en normas sino en sorpresas. Y cómo se organiza el asesoramiento sexológico?
¿Qué hacer hoy con los conceptos de Sexus y Eros y los de ars amandi de los sexos? ¿Es cierto que son conceptos obsoletos o es precisamente esto, desde la hondura, la fuente de las sorpresas?
Estudiar Sexología en el Incisex está lleno de esas pequeñas sorpresas que a veces resultan grandes y que nos llevan a un horizonte tan abierto que a veces nos da vértigo.
Muchas sorpresas que como corresponde a las sorpresas no suelen terminar. «Qué fuerte» —dijo Elena— en la última clase. «Aquí no terminan nunca las sorpresas» —añadió Mario—.
Y ahora nos preparamos para seguir en Septiembre o, mejor dicho, empezar con nuevas Elenas y otros Marios. Y entre una y otra, estudiar y conocer. Hasta pronto.
E.Amezúa