Todo había empezado hacia mucho tiempo, en una ciudad del Mediterráneo, cuando el hombre de las preguntas se había planteado: ¿Qué es el amor? Para encontrar una respuesta había convocado a sus amigos.
Entre los participantes estaba uno muy peculiar. Según unos, había sido invitado para hacer reír. Según otros, para reírse de él. Aunque el motivo era un gran secreto. Y como respuesta a la pregunta sobre el amor había contado una historia muy curiosa.
Antes de ser como ahora somos, había dicho, los seres humanos eran redondos, autónomos e independientes. Y arrogantes. Y engreídos. Y, por eso, insoportables. Hasta que un día los dioses, hartos de ellos, los cortaron en dos. Y, desde entonces, se habían descubierto frágiles y vulnerables. Y necesitados unos de otros. Y todos buscaban su otra mitad.
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