LOS CONFLICTOS DE LA PAREJA DESIGUAL

LOS CONFLICTOS DE LA PAREJA DESIGUAL

PRECISAMENTE EL SEXO ES EL ASPECTO QUE MENOS INFLUYE EN LA INCOMPATIBILIDAD DE ESA PAREJA

PAREJAS DE DIFERENTE EDAD PUEDEN LLEGAR A UN ACOPLAMIENTO PERFECTO CUANDO SE SALTAN LAS PRESIONES SOCIALES

El hecho de que las presiones sociales, que siempre se cernían sobre la pareja, hayan disminuido, ha venido a aumentar notablemente el número de parejas que se forman desde la desigualdad o desde lo que –convencionalmente- viene a entenderse como desequilibrio, sobre todo en lo que concierne a la edad.

Hoy es más frecuente encontrarse con la pareja constituida por una jovencita y un hombre maduro, o la inversa. Son muchos, naturalmente, los peligros que acechan la convivencia duradera de estas parejas, pero no muchos más que los que acechan a cualquier otra pareja.

El tema es sumo interés. El profesor Efigenio Amezúa apunta tan solo cuatro causas de problemas importantes que si pueden derivar en conflicto.

De los estudios llevados a cabo entre parejas de edades muy dispares, podemos enumerar cuatro fuentes de conflictos o complicaciones, que, generalmente, suelen dominar sus relaciones.

1 PROBLEMAS PERSONALES

La excesiva o notable edad del uno frente al otro recuerda en situaciones ciertos cuadros parentales y filiales. La tan soñada como vacía igualdad, de la que hoy tanto hablamos, sigue en estos casos unos caminos muy tortuosos. Si el acoplamiento es bueno, la imagen de pareja puede ser chocante y a pesar de ello eficaz. La complementariedad del masculino y el femenino tiene en tales casos un elemento lateral de «mayor» y de «menor». Si esto no crea estridencias especiales, la pareja puede ir perfectamente.

Los problemas personales de cada cual –según su propio currículo vitae- pueden ser vividos por los dos de una forma equilibrada y por compensación. El proteccionismo del mayor puede coincidir con la búsqueda de refugio en el menor. Ninguna de estas dos figuras son rechazables. El equilibrio –hemos dicho en muchas ocasiones. Es un fenómeno pendular y relativo.

2 PROBLEMAS GENERACIONALES

La disparidad de edades suele crear siempre choques en las formas de actuar y en los criterios. Un extendido modo de pensar suele decir que «el amor lo allana todo». Pero sabemos que el amor se hace de todo esto, y que el amor no es ninguna realidad aparte, sino una gran suma de elementos. Todos estos elementos son el modo de ser, el carácter, la forma de ver la vida, las necesidades y exigencias, las ilusiones y las nostalgias.

Todos estos elementos están siempre bañados por las épocas y las generaciones. Eso de que el amor es eterno, es una frase tan vacía como inverificable. El amor, si algo podemos decir qué es, es sensación, valor y sentimiento, necesidad y deseo, inquietud y calma. Dicho de un modo más claro: la vida convivida. Y en esta vida convivida entra el choque y la crispación de los conflictos.

Los problemas que crean generaciones distintas en una convivencia, son de todos conocidos. En una pareja se suelen dar también. Son una de las dificultades tanto más patentes, cuanto menos honda y sincera es la relación de las personas de muy distinta edad.

3 PROBLEMAS SEXUALES

Los problemas concretos de dos sexualidades diferentes en edad que se unen para convivir, pueden ser otra fuente de conflictos. Sin embargo, no creemos que sea acertado el modo común de juzgar esto. Suele pensarse muy erróneamente en torno a la sexualidad. Por eso muchas parejas, con una gran diferencia de edad, pueden darnos un buen ejemplo de lo infundado de muchos tópicos.

Por ejemplo, este; «a una cierta edad la mujer ya no tiene sexualidad». Falsedad y prejuicio al que se ha estado sometido durante siglos y que empieza ya –menos mal- a desaparecer. Siguiendo este tópico, muchas se hacen una procesión de preguntas sobre cómo harán el amor ciertas parejas de edad. O sobre su frecuencia, o sobre sus necesidades mayores o menores. ¿Hará falta indicar, una vez más, que todo esto es un problema de ignorancia muy lamentable?

Por otra parte, las parejas a las que nos estamos refiriendo, no suelen ser aventuras de fines de semana ni queriditas del sábado. Su vida sexual se inscribe en una dimensión que suele ser muy poco entendida por quien no se acerque a ello con ojos diferentes. Es necesario añadir que esas parejas son también hijas de nuestro ambiente. De este ambiente de ignorancia. Por eso no tienen por qué extrañar ciertas dificultades que ellos suelen llevar también a su convivencia sexual. Con un poco de información y de reeducación, las cosas irían de otro modo.

4 PROBLEMAS SOCIALES

Sin lugar a duda, los problemas más duros de las parejas, a que nos referimos son los sociales. Es decir, los que crea en ellos una sociedad que no admite estos comportamientos, y que los critica como extraños o como «…hay que estar muy mal para…». Las enormes dificultades para el emparejamiento de muchas personas de edad nos están diciendo continuamente esto.

Por eso no es de extrañar que sus vidas tengan un matiz de heroísmo, por el cúmulo de dificultades que se ven obligados a superar, desde las familiares hasta las de barrio o pueblo, incluidas las críticas de la vecindad. Sus apariciones en público suelen ser fuente de sarcasmos. Su vida se ve obligada a replegarse en la clandestinidad. Lo cual no es ninguna forma deseable de vivir una realidad de la que ellos están convencidos o, por lo menos, creen estarlo.

Cuando se trata de personas que tienen una gran seguridad en sí mismas, podemos ver cómo «mandan todo al cuerno», y hacen su vida a su manera. Pero es necesario reconocer que, socialmente hablando, estos casos son más bien contados. Lo normal y lo común es que sufran pacientemente, y que muchos intentos terminen en fracaso por culpa de la sociedad.

Efigenio Amezua (Convivencia 1975)

Sexólogo

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