Frente a nociones como instinto de reproducción o apareamiento que trataron de explicar la ley de la atracción universal de los sexos "para y por la especie", otras nuevas se acomodan, más que a la especie, al individuo; y, más que al supuesto instinto animal, a la historia y la biografía. Por otra parte, si la ruptura o incumplimiento de las normas han ocasionado la anormalidad (y su correspondiente patología), la noción de búsqueda abre la vía a los desvíos, propios y formando parte, por definición, de la misma noción de búsqueda. La normalidad no tiene pues sentido humano dentro de la variedad y diversidad que caracteriza a los sujetos y a sus búsquedas para el encuentro. Los desvíos son propios de las búsquedas y sin éstas no se dan aquellos como sin ambos no se dan encuentros, que es lo más preciado que persiguen los sujetos por el hecho de ser sexuados. Es, pues, importante acentuar las nociones de búsqueda y desvío como la de encuentro para explicar muchas de los fenómenos que han tratado de ser explicados por el recurso a la normalidad o lo normal, así como a la llamada patología como lo anormal, tal como ha sido el caso con las llamadas desviaciones sexuales, hoy parafilias

 

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