Se usa bajo esa nomenclatura la triple fórmula de intervención en Sexología correspondiente a las tres modalidades de su ejercicio profesional: la educativa, la del asesoramiento y la terapéutica. La adopción de esta triple fórmula por la Organización Mundial de la Salud en el doc. 572 de 1974 la generalizó e implantó en todos los países de Occidente. El excesivo protagonismo de la clínica ha dejado a las dos modalidades primeras como de menor interés. Y eso ha constituido un serio error no sólo porque de esa forma se ha desconfigurado el continuo entero de las tres formas de intervención en Sexología, sino porque se ha reducido la educación sexual a un voluntarismo y el asesoramiento a un degradado y no menos voluntarioso consejismo.

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