Expresión o fórmula utilizada desde comienzos del siglo XX para indicar que "todo el sujeto es sexuado" y no sólo "algunas zonas o partes de él". La corriente de la fenomenología estudió este principio con detenimiento. Uno de sus autores, Merleau-Ponty, ha sido el más representativo. Junto a esa intención había, sin duda, otra: la de priorizar el carácter sexuado de los sujetos por encima del peso del locus genitalis.

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